¿Quienes Somos?

Integrado por MHOL-ULB, Colectivo 13 Brujas, Secretos al Corazón y activistas independientes en la lucha y defensa de los derechos humanos de lesbianas y bisexuales. Afirmamos que como movimiento LTGB en el Perú somos y siempre debemos ser las protagonistas en esta lucha; y que nuestras demandas deben ser expresadas con la voz de todas/os los que abogamos por una sociedad plena y respetuosa de la diversidad sexual.


Salud sexual lésbica

martes, 16 de junio de 2009




Salud sexual lésbica: Una experiencia exitosa


Patricia Karina Vergara Sánchez


El ginecólogo la dejó con las piernas abiertas y la vulva expuesta en la mesa de exploración, y fue a traer otros dos colegas, de la misma clínica, para que la observaran. Los médicos comentaban en voz baja y alguna risa escapó. M. se sentía un fenómeno ante la actitud que percibió hostil [1] y se arrepintió enormemente de haber comentado su orientación sexual lésbica cuando acudió a consulta ginecológica a causa de síntomas que la incomodaban. El maltrato no terminó con la exposición humillante, si no que incluyó cuestionamientos y calificaciones sobre su orientación, no relacionadas con su salud. Al salir del consultorio M. no compró el medicamento que le había sido recetado ni regresó a la cita posterior, pues no sentía confianza tras la atención recibida y ella comenta: “De no haber sido porque la infección era muy fuerte jamás habría yo asistido a otro consultorio”. [i]
M. no es un caso único. Es un peligro constante para las lesbianas el padecer discriminación por parte de algunos especialistas de la salud, lo cual, sumado a la desinformación y a algunos mitos como el pensar que las lesbianas no corren el riesgo de contraer Infecciones de Transmisión Sexual, como el Virus del Papiloma Humano, les aleja de la consulta ginecológica y las consecuencias de ello pueden ser mortales.
En un estudio presentado en 1998, ante la Asociación Médica Gay-Lésbica de los EEUU, se afirmaba que las lesbianas podrían correr mayor riesgo que las heterosexuales de desarrollar cáncer de mama debido a que sólo un 37% de las lesbianas participantes en el estudio que originó el informe habían estado embarazadas en comparación con un 83% de heteros (durante el embarazo se liberan ciertas hormonas que tendrían un efecto preventivo con respecto al cáncer). El tener (en promedio) mayor peso que las heterosexuales y mayor consumo de alcohol y tabaco, también son citados por profesionales de la medicina como factores que incrementarían el riesgo de las lesbianas frente al cáncer de mama . [2]
En un estudio nacional realizado en EEUU sólo 54% de las lesbianas se habían hecho un Pap el año anterior mientras que 7.5% no se lo habían hecho jamás. [3]
Respecto a México: ocupa uno de los primeros lugares en el mundo de muerte por cáncer cervico-uterino. No existen estudios sobre cuántas de estas mujeres que no tuvieron detección oportuna, eran de orientación sexual lésbica. El prejuicio y el miedo a asistir a consulta ginecológica es un factor que pone en riesgo la salud de las lesbianas, su derecho al goce y su vida misma.
El neurólogo me había tratado muy bien hasta que en una cita, ya avanzado el tratamiento, creí necesario decirle que yo soy lesbiana. Entonces me mando hacer la prueba del SIDA[ii]
Entre las mujeres de grupos vulnerables como son aquellas con orientaciones sexuales diversas, se encuentran las lesbianas y las mujeres que tienen sexo con mujeres. A pesar de que el Pacto Internacional sobre derechos Civiles y Políticos, firmado por México, establece la prohibición de discriminar a causa de orientación sexual; la salud lésbica en general sigue siendo vulnerable entre otros temas, en aquellos que tienen que ver en un principio con la lesbofóbia:
1. El estigma, señalamiento que se vive, por desgracia todavía en muchos niveles, tanto sociales, como culturales y religiosos; afecta la salud física y sicológica
2. En los rubros de la violencia -tanto social como dentro de algunas familias que todavía son hostiles con sus integrantes lesbianas-
3. Accesos a la salud mental –Cuando todavía hay algunos profesionales sin capacitación actualizada y con proceder prejuicioso-
4. El aspecto económico, dado la dificultad para acceder al derecho a la seguridad social, en tanto los hogares lésbicos siguen sin reconocimiento legal, y el menor poder adquisitivo que las mujeres en general viven como género. Todo ello sumado a las políticas de privatización de la salud de nivel mundial.
Cuando, alarmada, M.A. de 20 años de edad fue a consulta ginecológica, pues su novia de 18 años, había sido declarada portadora del VPH, la especialista se negó a revisarla pues M.A. nunca había sido penetrada. En lugar de prestar atención a petición de atención, le hizo cuestionamientos lesbofóbicos y la mandó a casa, diciéndole que por sus prácticas sexuales no era posible que padeciera infección alguna. De modo que M.A. quedó sin tratamiento. Al poco tiempo descubrió que era, también, portadora del VPH y ya había ejercido intercambio sexual con otra mujer, a la que pudo haber infectado. [iii]
El Pacto Internacional para los derechos económicos, sociales y culturales, en su párrafo 18 prohíbe toda discriminación en lo referente al acceso a la atención de la salud y los factores determinantes básicos de la salud, así como a los medios y derechos para conseguirlo. Así, ninguna violación a los derechos humanos, y de salud para las lesbianas es legal, ni debería ser posible.
Sin embargo, para garantizar un disfrute pleno del derecho a la salud sexual en las lesbianas son necesarias acciones que combatan efectivamente la lesbofobia cultural y desde las instituciones, sobre todo cuando atañen a la salud e impiden el bienestar, así como las que contribuyan a la invisibilidad de las necesidades lésbicas.
En palabras del colectivo argentino Espartiles “…mucho queda por hacer, y entre las deudas que la sociedad y el estado tienen para con la salud de las mujeres, una de las más silenciadas es la postergación sistemática del tratamiento de la problemática de la salud de las lesbianas.. no hay aún ni acciones concretas ni planificación de políticas de acción que atiendan a las necesidades específicas de la población lésbica”
El diagnóstico de Espartiles, es todavía más concreto: “Este bache específico es atribuible a múltiples factores, pero entre ellos no es el de menor importancia la desinformación de los profesionales en cuanto a la salud de las lesbianas..” [4]
En México: escasa bibliografía al respecto; desconocimiento de la paciente sobre sus derechos; discriminación tanto por algunos especialistas como por algunos miembros del personal de salud y mitos difundidos tanto entre la comunidad lésbica como entre el personal médico, como son: “en el acto sexual lésbico no hay posibilidades de transmisión de infecciones, las lesbianas no tienen verdadero contacto sexual, las lesbianas no tienen contacto sexual con hombres”, entre otros.
“Respetar no cuesta, no ser respetadas sí tiene altos costos.”[5] desconocimiento y, en algunos casos, prejuicio; lleva a que las pacientes omitan hablar de su orientación y prácticas sexuales durante la consulta con lo cual es probable que salgan del consultorio con métodos anticonceptivos que no requieren o con tratamiento que sólo las contempla a ellas, sin que el especialista tenga oportunidad de medicar y evaluar a la compañera o compañeras sexuales dificultando así los tratamientos y aumentando las posibilidades de reinfecciones. También puede ocurrir que al desconocer la práctica lésbica, se omita la revisión en zonas que también pueden acoger infecciones virales o bacterianas como son ingles, pliegue de senos y nalgas, por ejemplo. O, en un segundo escenario: Las pacientes evitan asistir al consultorio, llegando a hacerlo sólo en casos en que su salud está ya afectada. Una encuesta realizada a lesbianas mexicanas en 1997 revela que el 48% nunca consultó a una ginecóloga o ginecólogo. Las principales razones esgrimidas fueron: no haberse sentido mal (30%), miedo (16%) y porque lo consideran innecesario dada su orientación sexo-afectiva (12%).[6]
Los casos en que el trato del médico es discriminatorio para con la paciente, ya sea en forma verbal, con miradas, con gestos, trato violento hacia el cuerpo, incumplimiento de la confidencialidad y otros, alejan a las pacientes. Un estudio realizado por el Lesbian Community Cancer Project en EEUU reveló que casi el 25% de las lesbianas dijeron evitar consultar a un médico o médica debido a experiencias negativas que han tenido con ellos/ [7]
Cuando la paciente lesbiana es muy joven su vulnerabilidad se multiplica, dada la desinformación; la falta de independencia económica; y el entrono social, cuando es hostil a la diversidad sexual.
Un Proyecto Exitoso
Ante el panorama ya descrito, un grupo interdisciplinario de lesbianas ha decidido no quedarse mirando y comenzar a transformar esta realidad concreta. Desde hace un año, este equipo cordinado por Miriam Medina, y en el que participa el grupo lésbico Lunas de Cibeles, y gracias al apoyo de la Fundación Semillas , se está llevando a cabo un proyecto que cubre tres aspectos de la atención a la salud sexual lésbica, con enfoque especial en las jóvenes:
El proyecto Concientización y Sensibilización Hacia las Necesidades Ginecológicas Lésbicas, se acerca a ginecólogos, ginecólogas y personal de salud impartiendo talleres que plantean las necesidades específicas lésbicas. Desde la información sobre derechos humanos y salud sexual; pasan por la reflexión en torno al combate a la lesbofóbia cultural, social e institucional hasta la exposición gráfica y divertida de la sexualidad lésbica y sus posibles complicaciones de salud. El trabajo incluye sugerencias de atención especial a la adolescente y joven lesbiana. Así mismo, el objetivo de estos talleres es obtener el compromiso de los y las especialistas con el tema y el invitarles a adoptar estrategias que transformen el consultorio y la consulta en espacios más amigables, como es la sugerencia de incluir la posibilidad no heterosexual en la entrevista que establece el historial clínico, incluir información sobre diversidad sexual en los espacios de espera y un cartel de recepción y bienvenida hacia las lesbianas y mujeres que tienen sexo con mujeres en dicho espacio; entre otras.
En una segunda parte, Se están impartiendo talleres para lesbianas, con enfoque especial, pero no excluyente, para las jóvenes, en donde en forma amena y didáctica, se informa acerca de sus derechos, de qué hacer en caso de trato discriminatorio, a dónde acudir en busca de atención y temas básicos de salud y sexo protegido.
El tercer aspecto de este trabajo es la realización de encuestas y acopio de documentación, a fin de ponerlo a disposición tanto de especialistas como de la comunidad para invitar a seguir construyendo material bibliográfico que aporte a esta temática.
Comenta, Medina: “La respuesta, por parte del personal de salud ha sido muy interesante. Algunes especialistas son muy receptivos y sensibles al tema, pero a otres, en un principio el tema les causa sorpresa, o comentarios basados en estereotipos, pero conforme avanzan los talleres, los médicos se van comprometiendo con el tema, lo enriquecen y estamos seguras que las pacientes recibirán la atención no discriminatoria, que es nuestro objetivo”.
“A veces, en la escuela, la enseñanza es muy misógina, es bueno, para nosotros los médicos hacernos reflexionar sobre estos temas y nos hace prepararnos mejor” Niria García, Médica General.
El esfuerzo está funcionando. A finales de este mes, las lesbianas de la ciudad de México, y de distintos puntos de la república, tendrán a su disposición un directorio de confianza con datos de ginecólogos, ginecólogas y centros de salud para que puedan asistir solas, en pareja o con sus compañeras sexuales a obtener la atención médica de calidad y calidez que, ya sabrán, tienen derecho a exigir.
[2] Eiven Laura, Sardá Alejandra y Villalba Verónica lesbianas, salud y derechos humanos desde una perspectiva latinoamericana Un aporte para la discusión y la reflexión Documento presentado en el 9no. Encuentro Internacional Mujer y Salud en Toronto, Canadá.[3] Ibidem[4] Espacio de Articulación Lésbica: Campaña Nacional Argentina “cambiemos las preguntas”, 2006[5] ibidem[6] [6] Eiven Laura, Sardá Alejandra y Villalba Verónica lesbianas, salud y derechos humanos desde una perspectiva latinoamericana Un aporte para la discusión y la reflexión Documento presentado en el 9no. Encuentro Internacional Mujer y Salud en Toronto, Canadá.[7] [7] Eiven Laura, Sardá Alejandra y Villalba Verónica lesbianas, salud y derechos humanos desde una perspectiva latinoamericana Un aporte para la discusión y la reflexión Documento presentado en el 9no. Encuentro Internacional Mujer y Salud en Toronto, Canadá.
[i] M. Entrevista grabada en 2001[ii] Testimonio recabado durante uno de los talleres del proyecto Concientización y Sensibilización hacia las necesidades ginecológicas lésbicas[iii] M.A. Testimonio grabado en 2004
Amnesty International Crímenes de odio, conspiración de silencio. Tortura y malos tratos basados en la identidad sexual . (Informe como parte de su Campaña Mundial contra la Tortura.Eiven Laura, Sardá Alejandra y Villalba Verónica lesbianas, salud y derechos humanos desde una perspectiva latinoamericana Un aporte para la discusión y la reflexión Documento presentado en el 9no. Encuentro Internacional Mujer y Salud en Toronto, Canadá.Espacio de Articulación Lésbica: Campaña Nacional Argentina “cambiemos las preguntas”,- (folleto de difusión) 2006Uribe Elías Roberto, L.Billings, PhD Violencia sobre la Salud de Las Mujeres ¿Por qué hoy?, Femego/IPAS Méx. A.C. 2003,



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